Publicidad Maliciosa: ¿Qué es y Cómo Protegerse?

La publicidad maliciosa o malvertising es una amenaza significativa para el ecosistema de la publicidad digital. A través de la colocación de código malicioso en anuncios legítimos, los ciberdelincuentes logran infectar dispositivos y comprometer la seguridad de los usuarios. Los editores de sitios web, sin saberlo, pueden ser cómplices involuntarios de estos ataques, lo que perjudica su reputación y sus ingresos.

En este artículo, exploraremos qué es la publicidad maliciosa, cómo funciona, y qué medidas pueden tomar los editores para protegerse.

¿Qué es la publicidad maliciosa y por qué es perjudicial para los editores?

La publicidad maliciosa es una forma de ataque cibernético que implica la inyección de código malicioso en anuncios legítimos. Este código puede propagar malware o dirigir a los usuarios a sitios de phishing, lo que resulta en robo de datos y otras consecuencias perjudiciales. Para los editores, el malvertising es devastador, ya que daña la confianza del usuario y fomenta el uso de bloqueadores de anuncios, afectando directamente sus ingresos.

Según estudios recientes, 1 de cada 100 anuncios contiene contenido malicioso, lo que subraya la importancia de estar alerta a estas amenazas.

¿Cómo funciona la publicidad maliciosa?

La publicidad maliciosa se activa cuando un usuario visita un sitio web que contiene un anuncio infectado. Sin necesidad de hacer clic en el anuncio, el malware puede descargarse automáticamente al dispositivo del usuario a través de una técnica llamada descarga no autorizada. También puede infectar al usuario cuando hace clic en el anuncio, lo que podría llevar a la instalación de ransomware, spyware o adware.

¿Cuál es la diferencia entre publicidad maliciosa y adware?

La publicidad maliciosa y el adware suelen confundirse, pero difieren en su funcionamiento. Mientras que la publicidad maliciosa inserta código en los anuncios que los usuarios visualizan en sitios web, el adware instala software en el dispositivo del usuario que inunda su pantalla con anuncios emergentes no deseados.

¿Cómo se inyecta la publicidad maliciosa en los anuncios?

Existen varias formas en las que el código malicioso puede integrarse en los anuncios:

  • Malware en las llamadas publicitarias: el código malicioso se inserta en las cadenas de anuncios cuando el editor subasta el espacio publicitario.
  • Malware post-clic: el código se activa después de que el usuario hace clic en el anuncio y es redirigido a una página de destino maliciosa.
  • Malware en vídeos y banners: el código se oculta en los archivos multimedia, como vídeos o imágenes, infectando al usuario con solo visualizarlos.

Tipos comunes de campañas de publicidad maliciosa

Los ciberdelincuentes emplean diferentes estrategias de malvertising, que incluyen:

  • Esteganografía: ocultan código malicioso en imágenes aparentemente inofensivas.
  • Estafas de soporte técnico: engañan a los usuarios haciéndoles creer que tienen problemas técnicos y los dirigen a centros de llamadas falsos para obtener datos o dinero.
  • Scareware: asusta a los usuarios para que instalen software antivirus falso, que en realidad es malware.

¿Cómo se ven afectados los usuarios por la publicidad maliciosa?

Los usuarios pueden verse afectados de dos maneras principales:

  1. Sin hacer clic: simplemente cargando la página con anuncios maliciosos, el malware se descarga automáticamente.
  2. Haciendo clic: al interactuar con el anuncio, el usuario puede instalar malware como ransomware o spyware.

¿Cómo pueden los editores protegerse del malware?

Para evitar que la publicidad maliciosa afecte a sus sitios, los editores deben:

La publicidad maliciosa es una amenaza creciente que no solo afecta a los usuarios, sino que también perjudica gravemente a los editores al dañar su reputación y sus ingresos. Es esencial que los editores tomen medidas proactivas para proteger sus sitios, empleando soluciones de seguridad y colaborando con redes publicitarias confiables.

  • Trabajar con redes publicitarias confiables que implementen estrictos controles de calidad.
  • Supervisar los anuncios que aparecen en sus sitios y utilizar herramientas de seguridad avanzadas que puedan detectar y bloquear contenido malicioso.
  • Implementar soluciones de seguridad publicitaria que ayuden a mitigar riesgos, como plataformas especializadas en la protección contra malvertising.

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